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domingo, 9 de mayo de 2010

Silencio, Ianos

Silencio. Como el silencio de alguien que acaba de recibir una terrible noticia, como el silencio en el instante del primer beso de un adolescente, como el silencio tan solitario y profundo que solo puede experimentar una persona que ha sido enterrada viva, solamente, silencio.

Falta una hora, ya firmé todos los papeles, toda la burocracia que se requiere para una operación de tal magnitud. Firma acá, firma allá, iniciales, aclaración, DNI, todo lo necesario para eximir de toda culpa por si algo sale mal. Pero, ¿Qué importa?, la única razón por la que accedí en un principio es porque no tengo nada más que perder.

De acuerdo con el señor Graham la operación consiste en inhibirme de mis cinco sentidos, según él (y su "confiable" grupo de colegas científicos) un hombre sin acceso o manera de percibir estímulos podría percibir la presencia de Dios, según él, los sentidos nublan nuestra conciencia de la eternidad, y sin ellos, este "hombre" podría comunicarse con Dios mediante el pensamiento.

-Sr Curtis, ¿está listo?, la operación comenzara dentro de unos pocos minutos
-Sí, estoy listo -la voz del señor Graham me tranquilizó lo suficiente como para responder.
-Muy bien, por favor acuéstese, las enfermeras lo llevaran al quirófano.

El quirófano es, tristemente, ya sea si la operación salga bien como si no, el último lugar que veré, tristemente también, es la menor de mis preocupaciones. El cirujano me coloca la máscara de anestesia y me pide cordialmente contar hacia atrás desde diez; diez, nueve, ocho, siete... y silencio, simplemente, silencio.

Día 1:
La operación fue un éxito, luego de catorce horas, se logró dañar toda conexión entre el sistema nervioso periférico y el cerebro. El sujeto de prueba se encuentra ahora dormido, y aunque conserva sus funciones musculares, no puede ver, oír, saborear, oler o sentir. Durante el transcurso del experimento, serán monitoreados sus signos vitales.

Día 4:
El sujeto de prueba se encuentra despierto. Luego de tres días sin cambios, el sujeto presenta una bipolaridad emocional repentina y describe leves “sonidos” como si provinieran de un lugar lejano.

Día 8:
El sujeto presenta una pérdida significativa del sueño, al iniciarse el experimento el sujeto dormía ocho horas diarias, ahora duerme solo tres. Además, la polisomnografia ha mostrado terrores nocturnos en la etapa de sueño REM (algo extremadamente raro, ya que comúnmente se presentan en el sueño no REM).

Día 9:
El sujeto está perdiendo contacto con la realidad, describe voces inentendibles susurrando dentro de su cabeza, posiblemente, la perdida de sentidos le haya inducido psicosis.

Día 10:
El sujeto ha dejado de dormir, no sabemos cuánto tiempo más podrá seguir en este estado. Además, señala que las voces se empiezan a clarificar, pero que aún no forman sentencias coherentes.

Día 11:
El sujeto está experimentando un profundo estado de depresión, pero ha aportado un dato interesante, el sujeto, entre lágrimas, afirma haber escuchado la voz esposa, fallecida ya hace dos meses, y mejor aún, afirma haber podido establecer comunicación directa con ella, aun así, la mayoría de nosotros duda de la veracidad de este hecho.

Día 12:
El sujeto ha hecho una afirmación perturbadora, comenzó a nombrar personas y hechos de cada uno de los integrantes del equipo, entre ellas mi padre, el doctor Edward Graham, fallecido hace ya dieciséis años. Mis colegas y yo hemos tomado la decisión de dar por terminado el experimento, ya ha ido demasiado lejos, que Dios se apiade de la pobre alma del Sr Curtis.

Silencio total, absoluto, es lo que cualquier persona común nunca desearía o podría experimentar, es lo que más necesito ahora; ¿Cuánto tiempo paso desde la operación?, ¿días, semanas, meses?, ¿estoy vivo, o simplemente algo salió mal y deje de existir?, ya ni siquiera puedo escuchar mis propios pensamientos, las voces, cientos de miles de voces me lo prohíben. ¿Sera Dios, un ser único, todopoderoso, o solamente voces dentro de nuestra cabeza, que no podemos escuchar, no hasta que perdemos todos nuestros sentidos, ya sea mediante un compleja operación, o mediante la muerte misma? ¿Quieren saber cómo me siento en este momento?, imagínense a ustedes mismos solos en una habitación, pero..., no realmente.


Perfil de Ianos en Taringa: http://www.taringa.net/perfil/ianos

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